Lárrede es una localidad dotada de un arte excepcional, un buen ejemplo de arquitectura popular y con buenos ejemplos del arte religioso de la zona. Vigilada por la Torraza(s. XVI), que es una preciada torre vigía, en lo alto del cerro. También da cobijo la localidad de la iglesia románica de San Pedro, y no muy lejos de ahí, la anterior iglesia de San Juan de Busa, que forma parte de las iglesias de Serrablo.
Aquí se alza la iglesia de San Pedro, ejemplo precursor de las Iglesias de Serrablo (s. X y XI) y junto a ella, está el Centro de Interpretación dedicado al conjunto. Lárrede es un punto de referencia para el arte, patrimonio y la cultura de todo el territorio.
Como puede verse en el Centro de Interpretación de la Iglesias de Serrablo, estas, son iglesias construidas por los reinos cristianos bajo el dominio musulmán en la segunda mitad del siglo X. Son construcciones que poseen rasgos comunes, gracias a la convivencia de la cultura cristiana y mozárabe.
San Pedro de Lárrede es la referencia en este estilo artístico, al ser un ejemplo refinado del arte de las iglesias de Serrablo, es por ello que se lo conoce como estilo Larredense.
La iglesia de San Pedro tiene planta de cruz latina, cuenta con presbiterio atrofiado y ábside semicircular peraltado. La nave única consta de cinco tramos, de los cuales el más cercano al presbiterio está flanqueado por dos estancias laterales, formando un falso crucero. La nave se cubre con bóveda de medio cañón al igual que las estancias laterales, mientras que el ábside lo hace mediante bóveda de horno. Fue la única iglesia del Gállego que se cubrió con bóveda de piedra. Destaca sobremanera su esbelta torre, de planta cuadrada e influenciada en su construcción por los minaretes árabes. La puerta principal se abre en la fachada sur; es especialmente sencilla, abre en arco de medio punto peraltado que tiene un cierto aspecto de herradura.
