La Guarguera es un extenso territorio atravesado por el río Guarga que cuenta con una de las densidades más altas de pueblos abandonados de España, lo que hace de este valle un lugar muy especial. En las últimas décadas algunos pueblos han vuelto a ver sus tradicionales chimeneas humear y nuevos proyectos e ilusiones arraigar.
Iniciamos la ruta en dirección el Puerto de Monrepós, poco después de Lanave tomamos el desvío a la Guarguera, seguimos la carretera A-1604 en dirección Boltaña. Para llegar a Belarra hay que vadear el río Guarga (valorar el nivel del río antes de cruzar).
Belarra. Su situación elevada nos permite disfrutar del Pirineo con perspectiva. A la entrada de la localidad, un pequeño sendero nos conduce hasta la ermita románica de San Ramón, un bucólico rincón que no te puedes perder.
Deshacemos los 4 kilómetros que separan la localidad de la carretera y seguimos en dirección Boltaña.
Ordovés. No os dejéis engañar por su pequeño tamaño, sus escasos edificios bien merecen una parada. Especialmente San Martín, iglesia del s.XI, uno de los ejemplares más sobrios del conjunto de las Iglesias de Serrablo. ¿Sabías que en este pueblo se custodia una piedra milagrosa conocida como la «Piedra de Ordovés»?
Volvemos a la carretera y seguimos. Cruzamos el Guarga y seguimos de frente.
Grasa. Pueblo con sabor a antaño, ¿te animas a contar todos los pozos hay en la localidad? Entre Grasa y Gésera se encuentra el Barranco de la Pequera, un rincón mágico de aguas cristalinas.
Volvemos al cruce del puente y tomamos dirección Gésera.
Gésera. Bello pueblo con magníficas muestras de arquitectura de la zona, como la majestuosa Casa Tejedor, y unos singulares vestigios funerarios medievales: tumbas antropomorfas excavadas en roca.
Regresamos a la A-1604, continuamos la marcha.
Artosilla. Tras años de despoblación, los nuevos pobladores han sembrado nuevos proyectos estrechamente ligados al territorio, ¡No te los pierdas! Desde aquí, verás al sur como surge imponente el Tozal de Guara (2077 msnm), el pico más alto de Sierra de Guara.
Regresamos a la A-1604 y seguimos la misma dirección. Tomar la próxima bifurcación a la izquierda, dirección Ceresola. En la segunda curva sale la senda que en pocos minutos no acerca a la ermita.
Cueva y Ermita de San Úrbez. Cuenta la leyenda que el Santo montañés San Úrbez se estableció en esa cueva durante algunos años. Donde pronto se levantó el diminuto santuario rupestre en honor al santo.
Retomamos la A-1604.
Aineto. Otro bello ejemplo de repoblación, actualmente Aineto es el pueblo con más habitantes del valle e, incluso, cuenta con una escuela abierta. Son varios los proyectos y actividades económicas que sostienen la localidad.
Seguimos dirección Boltaña.
Gillué. Su bonito pero arruinado casco histórico es Bien de Interés Cultural de Aragón (BIC), entre las edificaciones destaca una torre defensiva del siglo XVI / XVII. Ofrece alojamiento.
Retomamos la misma carretera y dirección.
Laguarta. Además de unos edificios que os dejarán con la boca abierta tiene un magnífico entorno natural, quejigos monumentales y pozas de aguas frías. Fue capital del valle y cuna de algunos linajes infanzones de renombre en Aragón. No os perdáis su curiosa y diminuta central hidroeléctrica. Ofrece alojamiento.
Para regresar a Sabiñánigo podéis deshacer el camino o seguir hasta Boltaña y volver por la N-260.