Sabiñánigo, con sus buenas comunicaciones, es un lugar ideal para recorrer los increíbles valles del Pirineo, dotados de alto valor paisajísticos y cultural. Estos están jalonados de coquetos pueblos rurales, en los que descubriréis gran variedad de elementos arquitectónicos propios de la construcción tradicional de la zona: chimeneas, portadas, arcos, blasones…
Decidir en qué pueblo del municipio de Sabiñánigo empezamos la visita es una elección complicada, ya que cada uno esconde joyas y rincones con mucha magia. A pesar de eso, hemos hecho una selección de cinco pueblos situados muy cerca de Sabiñánigo y que son de visita obligada.
Larrés. Puerta natural al desconocido Valle del Aurín y a la escarpada Sierra de la Partacua. Entre sus estrechas calles y construcciones tradicionales destaca el castillo bajomedieval (s. XIV – XVI) sede del Museo de Dibujo, un destacado museo referente del Dibujo español contemporáneo que cuenta con una amplia colección de obras.
Lárrede. Encontraréis Lárrede en la margen izquierda del Gállego, bajo la silueta de la esbelta torre de vigía (s. XVI) que corona el pueblo. Aquí se alza la iglesia de San Pedro, ejemplar tipo del conjunto monumental de las Iglesias de Serrablo (s. X – XI), referente del arte medieval español y elemento diferenciador de la zona. Junto a la iglesia, se ubica la herrería, reconvertida en Centro de Interpretación de las Iglesias de Serrablo.
Rapún. En la tranquila Val Estrecha, al otro lado de los Capitiellos, se levanta esta pequeñísima población amparada por imponentes murallones de roca, llamados popularmente Rayas. Entre las paredes de roca asoma únicamente la iglesia románica de San Félix (s. XII), que parece un torreón en una fortaleza.
Osán. Se encuentra en el tradicional Camino del Pastor de camino a Yebra de Basa, a los pies de la montaña sagrada, con la que tiene un fuerte vínculo, debido al culto a Santa Orosia. En la plaza destacan algunos de los elementos arquitectónicos más singulares del núcleo: Torre Villacampa y Casa Capablo con sus ricas pinturas decorativas. Alejada unos metros de la plaza, se alza la parroquial, que guarda en su interior un bello retablo gótico (s. XVI).
Allué. Sobre una pequeña elevación junto al río Basa se ubica este pueblo con aspecto medieval y vistas privilegiadas a Santa Orosia y el Pirineo. La iglesia de San Juan Bautista (XII), de estilo románico rural, se ubica a la entrada del pueblo custodiando el entramado de callejuelas. Detrás de esta, se ubica un pequeño horno de pan tradicional recién restaurado.
Esperamos que nuestra selección os guste tanto como a nosotras. Si os quedáis con ganas de conocer más, no olvidéis que Sabiñánigo cuenta con 53 pueblos habitados y 20 despoblados que no os dejarán indiferentes…